martes, 26 de mayo de 2009

Puerto Real, 1967



La lonja, pescadores, un olor
a sal sobre las redes
y mi padre rondando las esquinas.

Las calles, los ruidos del mar
cubren la noche,
y la voz de mi tía
que llamaba mi nombre
una vez y otra vez.

Hasta la boda todo fue imperfecto.
Después nadie entendió que quise regresar
y acabé como siempre, con tres años,
caliente y cabreado.

Descubrí los sentidos.
No hay brumas en el puerto,
pero hay libertad, arena
y mucho miedo.

24 comentarios:

José María JURADO dijo...

ole, llano y profundo

Alejandro Muñoz dijo...

Tú ya con problemas y algunos entreteniéndonos en nacer. Un abrazo, Javier.

Taller Literario Kapasulino dijo...

Muy bueno Javier, un texto lleno de texturas, colores y aromas...
Excelente

Liliana G. dijo...

Descubrir los propios sentidos a través de la libertad, siempre da miedo, un miedo que luego se troca en el placer magnánimo de los dioses.
¡Qué poema, Javier! Huele a niño y a secretos...

Un cariño grande.

Juan Antonio González Romano dijo...

Libertad, arena y mucho miedo: resumen de la vida.
Me gustó mucho, Javier.
Un abrazo.

Julio dijo...

Precioso poema, salinero y sensual.

lisebe dijo...

Casi he podido oler el mar..
Mal que nos pese la realidad de la vida nos persigue siempre...

Besitos mi querido Javier

Olga Bernad dijo...

Los tres primeros versos situan muy bien el poema, lo anclan en un lugar real unido sentimentalmente al yo poético con la figura del padre "rondando las esquinas". Me gusta mucho "el olor a sal sobre las redes", el olfato es una de los sentidos más eficaces para situarnos en otro tiempo, y no es fácil ponerlo a funcinar a través de las palabras.
Puede que sea el que más me ha gustado de los que te he leído.
Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Me gusta el año, Javier, y el poema... de lo mejor que te he leído (para mi gusto, claro).

Anónimo dijo...

Has escrito mi biografía en verso. Gracias, Javier.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias José María.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Ah la edad, Alejandro, la edad...

Uno ya es mayor, y encima lo dices.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Carla por tus palabras.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Liliana, mil gracias.

Lo cierto es que secretos, todos y cada uno los que son y los que llevamos dentro.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y que es la vida si no, Juan Antonio, lo que bien dices.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Julio, salinero salinero.

Un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias por tu álogo Lisebe.

Mil gracias y un saludo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Olga, gracias. Que me digas eso, pues es un gran honor.

Recibe un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y a mi también me gusta el año José Miguel, quien estuviera allí ahora, ¿verdad?.

Mil gracias y un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Octavio, tus palabras me congratulan.

Tu vida más que un poema es una oda.

Mil gracias por tu álogo y un abrazo.

¡Anda que no aprendo nada contigo de Italia!

Maripaz dijo...

Javier, describes como nádie el ambiente marinero y tus recuerdos infantiles ...

Siempre volvemos a nuestras raices

Saludos

Mery dijo...

Los olores, el tacto y el miedo de la primera mirada ante la vida.
Un niño que ya encierra en sí todo el futuro.
Gran poema, Javier.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Maripaz.

Un fuerte abrazo con mi agradecimiento.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Mery.

Tus palabras me animan mucho.

Un abrazo.