domingo, 17 de mayo de 2009

Rebelión en la Granja



Esta noche prefiero relajarme
para no molestar,
y descansar de todo,
nunca he sido
un número.

Tomaré dos pastillas
para poder dormir,
y olvidarme que fui
y que también he sido.

Si me logro aliviar
es para siempre.

He salido ganando
campesina.

32 comentarios:

Julio dijo...

Para dormir bien hay mejores remedios...
Bonito, muy bonito, Javier

Olga Bernad dijo...

Cuidado con las rebeliones; me muero de pena, esas rebeliones son muy yo.

Alejandro Muñoz dijo...

Siempre se gana si se olvida.
Un abrazo, Javier.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Olvidarse de quien se fue se es???? borrón y cuenta nuea.
besos y amor
je

olvidar lo que no es útil, para hacer espacio para utlidades.

Joaquín dijo...

Sí, las pastillas son una pequeña dimisión de la vida, aunque sea una vida insomne...

Un abrazo, Javier.

Liliana G. dijo...

Preferiría que no te alivies "para siempre", el dolor es lo que nos hace sentir vivos. El dolor pasa, el "siempre", no.

Seguir siendo uno mismo con defectos y virtudes, ser consecuente con uno mismo y seguir el norte de la vida...

Un poema bello, pero duele, y mucho.

Besos Javier.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Hay muchos procedimientos para dormir bien, el mejor el cansancio puro, es el que mejor funciona.

Un abrazo Julio.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Olga, no te mueras, y menos de pena.

La rebelión, al principio es síntoma de descofianza, y después de lucha.

No te vayas a morir de pena.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Alejandro, yo diría, siempre se vive si se olvida. Se gana, se pierde, pero en el fondo se vive.

Un abrazo y un placer.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Sede, un fuerte abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¡Cuanta razón, Joaquín!

Dimitamos de la vida para hacerla insomne.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Liliana, me acuerdo de un poema, que comienza:

"Ser uno mismo siempre...".

Si no está en el Cuaderno, te lo mando.

Un fuerte abrazo y gracias por tus palabras.

Marisa Peña dijo...

Si realmente pudiéramos dormir y no pensar en nada, y no sufrir, y no desesperarnos...en fin.Un abrazo

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Si realmente ocurriera eso Marisa, no estaríamos vivos.

Y la vida, aunque jodida, es vida, y el color del cielo es suficiente muchas veces.

Un fuerte abrazo, y gracias.

Conchi Guirao dijo...

Nunca he sido un número, descansar de todo, tomar pastillas para poder dormir...me huele a estar muy quemado...

Fuerzas para ti tb Javier, y a seguir luchando, es lo que nos queda, siempre hay que luchar.

Un beso y abrazo fuertes.

Dyhego dijo...

No tomes pastillas para dormir.
El cansancio físico de una granja es la mejor medicina para dormir a pata suelta.
Y en el pajar también se puede trabajar mucho.
Salu2

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Conchi, siempre hay que luchar por uno mismo, sólo por uno mismo, lo demás, es efímero.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y tanto Dyhego, se puede trabajar una barbaridad.

Eso del amor propio, ¿lo tienes comprobado?

Un fuerte abrazo, y gracias por tus consejos.

Alonso CM dijo...

Evasión o victoria. Todo o nada. Con valentía. Así me gusta.
Al ataque, Javier.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Tienes arte Miradme al menos.

La verdad es otra y tú la sabes.

Un abrazo.

Alonso CM dijo...

Al fin y al cabo los blogs tienen mucho de bálsamo.
Un abrazo

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y tanto.

Gracias.

Anónimo dijo...

No te engañes, Javier: para dormir bien, dos mujeres son mejor que dos pastillas. Primero hay que pagar -ay- el debido tributo, pero después se duerme de puta madre, no sé si me explico.

Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Es usted un maestro Octavio, un maestro. Pero debo indicarle, que a veces dos pastillas hacen más beneficio que dos carretas.

¿Y su viaje por Roma?

¿Conoció a alguna romana?

Un abrazo, y mil gracias.

Peggy dijo...

El sueño repara las cicatrices del dia , y ultimamente son profundas ....

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Peggy.

Las cicatrices, cicatrizan.

Un abrazo.

ade dijo...

- Ojala el alivio se lograse con dos pastillas. El olvido ni con mil. Besos. Ade

Javier Sánchez Menéndez dijo...

O dos mil Ade, ni con cien mil.

Pero todo es eterno mientras dura.

Un abrazo.

Mery dijo...

Lo malo es que al despertar uno vuelve a recordar quién es y quién ha sido. Lo malo y lo bueno, todo sea dicho.
Qué bien se te dá escribir sobre los entresijos del alma, Javier.
Un beso

Mery dijo...

Te voy leyendo piano, piano...
Buenas noches

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Mery, gracias por tu álogo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Mery, disculpa, al despertar recordamos todo, siempre, aunque no queramos.

Muchas veces nuestra negativa es tan grande que no recordamos los sueños, los efectos...

Pero es cierto, al despertar somos de nuevo.

Un abrazo.