domingo, 3 de mayo de 2009

Sentido y Sinceridad







LA dificultad que nos plantea la vida cuando pretendemos hacer las cosas con sentido es tremenda. Y si a ello le sumamos un toque de sinceridad, pues entonces multiplicamos por dos o por tres las actuaciones imposibles.
Los actos están concebidos por naturaleza para no tener sentido, y desde luego para no ser sinceros.
Una vez conocí a una persona que se delataba por sus ojos. Hablaba mucho. Debéis pensar que el hecho de hablar implica inseguridad. Lo introvertido es elegante.
Decía y decía. Todo ello tenía un sentido lógico. Y desde luego sincero. Pero si miraba sus ojos el mundo desaparecía.
De ello saqué una moraleja: silencio.



Publicado en este Cuaderno, en la etapa anterior, el 5 de marzo de 2.009.

8 comentarios:

Liliana G. dijo...

¿¿Pedirme silencio a mí?? Una utopía Javier, hablo hasta por los codos, no sé si con sentido o sin él, pero te puedo asegurar que la sinceridad me ha traído la mar de problemas.

Los ojos son los espejos del alma, mirar al otro a través de ellos, implica descubrir la recóndita esencia de su ser, la que no puede mentir porque sería descubierta.

Las palabras que se quieren decir con sentido, indefectiblemente tienen menos sentido que si no se hubieran propuesto tenerlo. Y si no, miren lo que estoy diciendo...

Besotes.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Nunca te pediré silencio, nunca.

Tú eres Liliana, y escribes como los ángeles.

Y tienes una personalidad tremendamente rica.

Un fuerte abrazo con toda mi admiración, y mil gracias Liliana.

Mery dijo...

Te veo muy a lo Jane Austen.
Espero que no te dé por callarte,por favor.

Por cierto, el silencio de unos ojos puede ser aterrador.
Un abrazo

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gracias Mery, tuve un problema con el Cuaderno, que ya he solucionado totalmente.

Un abrazo.

En silencio.

Peggy dijo...

El silencio no implica falta de sinceridad ....yo lo aprecio mucho , no aguanto la incontinencia verbal

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Ni yo Peggy, ni yo.

Para nada.

Un fuerte abrazo.

Dyhego dijo...

Yo hablo poco pero escribo mucho.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Lo suficiente querido Dyhego, lo suficiente.

Recibe un fuerte abrazo.