viernes, 27 de enero de 2012


LA armonía nunca engaña, es como esa fortuna que todos poseemos y a ninguno convence. La armonía equilibra, disipa nuestras dudas, majestuosamente hace que nos amemos. La armonía nos recorre.

Dice Antonio Colinas que hay dos grandes Leopardi. El poeta oscuro y el de la voluntad, el del centro del bosque. 

Mientras algunos jóvenes solo escriben tristezas en la flor de la vida (ambientados en versos de escritores mayores), en la edad inocente vuelve a nacer la vida.

Yo le digo a la vida que venga, que me plazca, que le espero sentado como Pound en Venecia.