Llevo unas semanas revisando el segundo volumen de El libro de los indolentes. Su título Saúl, el ángel negro. No recordaba el
contenido al detalle, ni siquiera las descripciones de los números que
acompañaban al indolente primero.
Aquello que nació en Roma vuelve con fuerza a la cabeza. Todo lo que
permanece persiste en la iluminación.
Paseo, bajo el agua de lluvia camino sin adornos pero con argumentos. La
vida es injusta para los sensibles, terrible para los hipócritas.
Veneramos la luz si llega en la noche.