Hay poemas que gustan, hay poetas que admiras, por un puñado sientes
auténtica veneración. El resto es respetable, entendiendo respeto como miseria
o basura. Lo dije en un poema: Aléjate de
cuanto / se asemeje a la mediocridad.
¡Todo es tan subjetivo! Europa me importa un pimiento porque Europa no
existe, desapareció en la segunda gran guerra. La poesía que leo puede gustarme
a mí y no a otros, entendamos a otros como animales cautos.
No creo en el medio ambiente, ni reciclo. Total es un montaje
inexistente. En cambio reconozco que hay no poetas medioambientales.
La vida me resbala como a ese equilibrista que pinta la torre Eiffel
sin armonía.