Respiro. Leo y exclamo cuanto proviene de las sombras, sigo
respirando. La alergia es una fuente de gozo, la rodilla molesta cada paso y
permanezco sentado la mayor parte del tiempo. Entre las manos autores que nunca
pensaba leer y que resultan extraordinarios.
Alargo los momentos con la música. Doy las gracias a Belcebú por ello.
Cambio de marca de tabaco y de whisky, las gafas siguen siendo las mismas.
La poesía debe ser universal. Respondo a todos los correos e intento
ser amable.
Formulo preguntas sin respuesta que los rabilargos acatan. ¿Quién es
fulanito? ¿Y quién menganito? Ambos me importan un pimiento. Odio la
oficialidad y los versos empalagosos.
Los topos van desapareciendo. A cada hueco de la tierra entrego una
rama de adelfa. No vuelven a venir nunca más. Si pudiera hacer lo mismos con
algunas personas, los necios, sería infeliz.