Amiel: Diario íntimo
La música de Wagner representa la
abdicación del yo y la emancipación de todas las fuerzas vencidas. Es una recaída
en el spinozismo y el triunfo de la fatalidad. Esta música tiene su raíz y su
punto de apoyo en dos tendencias de la época: el materialismo y el socialismo,
que desconocen el verdadero valor de la personalidad humana y la suprimen
dentro de la totalidad de la naturaleza o de la sociedad.