En el bolsillo de la camisa he metido el paquete de tabaco, el
mechero, las llaves de casa, el bolígrafo, dos cubitos de hielo, la servilleta
azul, el pañuelo, las gafas, el libro de Rilke, el reflejo de la luz de la
lámpara, la tarjeta del restaurante de USA, el móvil,…
Y aún queda espacio. ¿Lo entiendes?