En realidad no sé si me he reído más con el pucherazo de Podemos o con
el otro pucherazo, el de los suplementos literarios haciendo balance de los
mejores libros de 2014. Tal para cual, al menos ha servido para soltar más de
una carcajada y para sacar como conclusión que en España no existe la
democracia ni el periodismo cultural independiente.