James A. Michener: Iberia.
Viajes y reflexiones sobre España
Conocí a muchos escritores
españoles y estudié la vida de muchos más, llegando a la conclusión de que no
hay en todo el mundo país donde sea mejor ser escritor muerto. Por dondequiera
que fui, vi letreros anunciando grandes homenajes a Benito Pérez Galdós
(1843-1920), a Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928), a Pío Baroja (1872-1956).
Asistí a tres homenajes a escritores; eran conmovedoras reuniones en las que se
levantaban oradores y pronunciaban discursos al estilo de hace cincuenta años.
En estos discursos se pasaba revista a todos los aspectos de la vida y los
escritos del homenajeado, rindiéndosele verdadero homenaje como fuerza cultural
viva. En los parques se ven estatuas de estos escritores, y en los periódicos
se publican constantemente artículos y ensayos sobre la importancia de su obra.