Creación y desperdicio, visitar el Museo de Zenobia y Juan Ramón
Jiménez y después pasear por Fuentepiña, con burro incluido. Es la diferencia
que existe entre integridad y desencanto. Un puñado de políticos ignorantes
firman acuerdos que no llevan a nada. Prometen salvar Fuentepiña pero olvidan incluir en los presupuestos la partida correspondiente para dicha actuación.
No han descuidado ni las partidas de asesores ni las de chóferes de
coches oficiales. Bendita sea la política y todas sus manifestaciones de robo y
engaño.
Debo reconocer que con casi cincuenta años no he conocido a ni un solo
político honrado, ni siquiera a un amago de ellos.
Pero el pajarito tenía razón. El pasado 4 de marzo dije AQUÍ que las
ganadoras del premio de la crítica andaluza en las modalidades de narrativa y
poesía iban a ser mujeres. Y así ha ocurrido. Hoy se han fallado los galardones
y tanto Eva Díaz Pérez (narrativa) como Mariluz Escribano (poesía) han
resultado vencedoras.
Los seres humanos debemos hablar más tiempo con los pájaros y menos
con los hombres. La diferencia entre un siniestro y un sensible es la misma que
existe entre Cernuda y Bécquer. Un abismo de versos, de inteligencia y de
sinceridad. Prefiero a Bécquer siempre.
Sigo estudiando las mareas. En Fábula
protagonizan más de un altercado. Menos mal que Saúl reconforta.
(Muchas felicidades a Eva Díaz Pérez, Mariluz Escribano y Ángel Olgoso
-cuentos. Yo se lo hubiera dado a otros en todas las modalidades.)