Que Italia tenga más muertos que
China es falso. No creo que nadie con uso de razón atienda a esos datos. Lo que
estamos viviendo tiene su punto de dictadura, en este caso de dictadura de la
desinformación. Las noticias nos llegan con cuentagotas, cuando llegan, y ¿qué
llega? Por dar unos datos China Mobile perdió en febrero de este año casi ocho
millones de usuarios, y China Telecom perdió más de cinco millones en el mismo
periodo.
He escuchado a Pedro Sánchez, la
comparecencia del presidente esta noche me ha defraudado más que la del rey el
otro día. Cerraba los ojos y no sabía si hablaba el presidente del gobierno de
España o una teleoperadora de esas que llaman en horas intempestivas y cuenta
las grandezas y ofertas de su compañía. Porque España, para algunos, es solo
una compañía, y no un país donde los españoles se dan las manos desde los
balcones, se apoyan y se animan, y valoran el esfuerzo y la dedicación de los
servicios públicos, enormes, generosos.
Cuenta Chrysander que la duquesa Sofía
de Hannover murió de pena en 1714. No dispuso tal vez, en aquellos tiempos, de
los recursos de la sociedad contemporánea, poseía libertad, y aunque la
libertad no es un bien cultural, existía antes sin comprender su valor y su protagonismo.
El sufrimiento humano y la cultura parecen tener el mismo origen, esto es de
Freud.
El silencio es la evolución
progresiva de nuestra generosidad.