Mörike nos describe a Mozart como
un gran conversador, el autor, nacido en Ludwigsburg en 1804, pretendía
realizar un retrato moral del creador de La flauta mágica. Y lo
consiguió. Lo hizo en su obra Mozart, camino de Praga. Interesan
muchos los poemas de Mörike, y las Mörike-Lieder del compositor Hugo
Wolf.
Cuando escucho los aplausos de
las ocho acudo a los versos de Mörike: “Das, was du da siehest, ist Totengeleit,
/ Und was du da hörest, sind Klagen”, (Lo que ves es un fúnebre cortejo, / y lo
que oyes son lamentaciones).
Existen diferencias entre un
político y un estadista. Un país, para su correcta gestión y su representación
acertada, precisa disponer de buenos estadistas y, en su defecto, de estadistas.
Nuestro país, desde el nacimiento de la joven democracia, se ha ido llenando de
políticos. Lo han inundado todo. Y el resultado es visible. Solo tenemos
políticos.
Pero todo esto nos está sirviendo
para ser aún más españoles, más europeos, más universales, y sobre todo más
humanos. O deberíamos. Aunque ayer, el Día Mundial de la Poesía, las redes se
inundaron de imbecilidades. ¡Pobre poesía! Parece que no sirve el confinamiento
en el género, y debería. También ayer, 21 de marzo, fue el Día Mundial del
Síndrome de Down, por si alguno confundió una cosa con otra.
El
silencio es la lamentación de nuestro cortejo.