lunes, 23 de diciembre de 2013

De las ventajas y los inconvenientes de poder observar




Dicen que la naturaleza es sabia cuando el sol se encuentra en su posición extrema, una mezcla de mediodía y cénit, sin sombras la vida se transforma, es mucho más pura y arriesgada.

Pero las sombras habitan entre nosotros, tan solo a mediodía desaparecen para ocultarse en los zapatos. Si analizamos las ventajas y los inconvenientes de poder observar aquella realidad que los otros no perciben, solo encontramos inconvenientes. Esta vida está diseñada para los ganadores, y los siniestros son los vencedores de lo imposible.

Los siniestros existen de forma desordenada, ni poseen formas de besar, ni imaginan, han perdido todas las señales y la música. Pero ellos maquinan, construyen una vida basada en la felicidad y el triunfo. El éxito y la camaradería es para ellos su visión de futuro, sin voluntad ni amor.

Los que poseemos la desgracia de ver más allá de los límites buscamos el calor humano, el silencio y la soledad basados en una moral incorrupta y permanente. Se defiende la verdad, la única verdad, hasta que lo entiendan los ignorantes.

Pero los ignorantes murieron en su propio triunfo, laureados como aquellos gladiadores en el circo romano a los que el público aplaudía. Amo al mito, al héroe que agachaba la cabeza y recorría las islas del mar Egeo. No tacho los días en el calendario, ellos me recuerdan que la naturaleza es la razón de la palabra única.