viernes, 17 de junio de 2011

Noventa y nueve



El matiz es un símbolo que permanece en alto. Tiene varias posturas. Debes mirar al cielo para ver su grandeza. Y aún así hay personas que nunca lo consiguen. El matiz en un verso se refleja en el fuego. Una gran tachadura es el matiz que llora, lo hace de la alegría.

En el centro del bosque está la esencia. Tú debes encontrarla. No aparece de pronto, está escondida siempre en la tierra. Cuando hundes las manos te manchas. Tiene un olor a página de papel anticuado, el color se hace fuga, no deja de existir. Los traidores del verso suelen poner obstáculos. Pero ahora todo es distinto: diferente, raro, extraño.

El matiz de la esencia es la respiración, el tono justo, exacto. La postura es la forma y vive en la palabra. Habita en la palabra.