Abrimos la puerta. Intentamos dar
el paso que nos separa de aquí hasta ahí. Contemplamos el
contenido de la consciencia. Volvemos a cerrar la puerta. No somos capaces de
atravesar el umbral. Hemos observado muchos tipos de formas, transformaciones,
un sol incandescente que provoca calor, un calor sofocante.
Ese fuego brillante nos aleja.
Ajeno a la profundidad buscamos el allí. Estamos aquí. Hemos
intentado adentrarnos ahí, pero seguimos aquí.
El paso de aquí a allí,
sin pasar por ahí, es imposible.
El silencio es el camino,
encontrarse a sí mismo en equilibrio.