Aquí se
alimenta el odio. Solo se llenan de odio los incultos, aquellos que no poseen
respeto intelectual, los mismos que eliminan la cultura de sus vidas. Pensar es
una tarea que exige lecturas, que exige relectura.
Aquí el odio existe,
también la complacencia. Se aseguran satisfacciones fáciles y regulares.
Aquí hay una
religión social que fomenta el odio, que desprecia la moral. Es la religión del
fracaso. Se habita en la tendencia, que es una manifestación de la ignorancia.
El silencio es la belleza del
canto de los pájaros.