La opresión regresa. Sabemos que
nunca llegaremos allí. Estar ahí es complicado. Pero incluso
dudamos si permanecemos aquí. No hay elementos comunes, no los
encontramos. La infancia era el silencio y la sencillez, era la verdad. Todos
los comienzos tienen algo de existencia, es como llegar a ser sin ser
realmente.
La soledad confunde, hace que
dejemos de estar ubicados, procura ilusionarnos en un espacio y en un tiempo.
La soledad es resistencia, es preparación, es principio. Tenemos que huir de
las experiencias silenciosas, tenemos que salir de nosotros mismos.
El
silencio es el paso previo a la huida.