viernes, 4 de enero de 2013

El acoplamiento



LA poesía acreditada si no es auténtica es injusta, no es útil. Lo decía Sócrates a Hipias. Parra lo refrendaba.

He entregado todos los proyectos del año. Siempre lo hago en diciembre, queda enero para culminar los encargos. Enero es el mes más cruel, todo se lo lleva. Así poseo doce meses completos para dedicarme a mis actos. República, Leyes, Lisis, Banquete. Tengo a todos los pájaros buscándome el adorno.

Amo a Propercio. Decirlo ahora me sabe a somnolencia. En su tiempo me enamoré de las matrices, de los diagramas familiares, incluso de las libertas y las cortesanas. Lloro por el calor humano. Aquello que no sentí en los años de existencia compartida por padres y hermanos.

Odio a Tibulo. A pesar de su acercamiento nunca llega a la justicia. La poesía verdadera es útil y justa. Lo justo siempre será lo útil. Lo decía Sócrates. Amo a Ovidio.

Manifiesto lo verdadero, sigo haciendo lo que realmente quiero, sigo siendo quien deseo ser. No dejo de ser nunca. Camino contigo y sin ti. Observo los ojos y las manos de las personas para comprobar si son seres o entes, animados o mitos. Justos o injustos. Poesía o acoplamiento.

Viene Delia. Exige sus composiciones y le deseo lo mejor, simplemente lo más adecuado para sus interpretaciones. Amo a Virgilio. El rechazo es la venganza.