FUMO para perder el miedo a
los insectos. El humo los aleja, los mantiene a una distancia prudencial y
cierta. Si la araña se dirige hacia la pierna exhalo y expulso versos
contemporáneos.
Reporta Valle Inclán un
razonamiento lúcido y coherente. Voy dejando mi ropa sobre los cojines, la
silla del salón, la encimera de la cocina, el suelo del baño. Desnudo y
limitado, la vida es un concepto que no debe cambiarse. Algo así como morir de
rabia. Dice Platón que me acepta dentro de su círculo, el círculo platónico.
Fumo por despecho,
ignorancia, oposición al régimen, fumo porque me sale de los cojones. Una
manera natural de decir que te quiero y esas cosas que se dicen sin más, por
eso mismo.
A – e – i – o – u. Pío, pío. La casita verde sobre la mesa.
La rama de encina es el rincón del huerto donde hablo con dios. Vueltas de la vida, imágenes, articulaciones, disposiciones.
Limpio la bicicleta blanca,
friego el escalón de Londres, doy dos bofetadas al señor de las fotos de México
D.F. Es una manera natural, no es artificio. Loreto se ha aparecido esta tarde
entre los acebuches, está muy preocupada por mí. Estaba bellísima. Su brillante
abrigo negro y las piernas, las infinitas piernas que provocan consecuencias
trágicas.
El pitillo se
consume entre los dedos. Siento su calor, el alma, la posibilidad. El
pensamiento será conocimiento si perviven la ética y la estética. La armonía y
el equilibrio. La admiración ajena. Expulso versos contemporáneos. Siguen sin
llenarme. Vueltas de la vida.