miércoles, 15 de mayo de 2013

Pedigree




HABÍA siempre dos rabilargos en todos los acontecimientos. Dos rabilargos bellos que nunca se miraban a la cara. Permanecían intactos, vigilantes y quietos.

El gato negro se ha subido a la encina y se ha comido a una tórtola turca. El césped está lleno de plumas ensangrentadas, de pasión y de muerte.

Los doctores universitarios ni conocen la obra de Juan Ramón ni desean conocerla, solo fabrican su currículum con falsas intervenciones donde el ego es efímero, tan falso como El rapto de Europa de Rembrandt. Hasta los toros blancos se atreven a hablar de Juan Ramón Jiménez Mantecón.

Es como la crítica que se hace ahora de la poesía contemporánea, algunos que dicen defenderla son enormes toros blancos que raptan pasiones sin pasión, vida sin vida, ética sin ética o estética sin fundamentos.

La universidad no tiene pedigree, y menos si es filología.