PERSIO (Aulo Persio Flaco)
escribió en sus seis Sátiras un
reflejo social casi contemporáneo. La primera de sus sátiras, tras su lectura, bien podría reflejar la situación de la
poesía actual. Leo, escucho a Isabel22
con su mecánica voz y sonrío. Vienen a la cabeza tantos nombres y apellidos
actuales, tantos no poetas que, como
cerdos, tiemblan y se entretienen con la ignorancia.
Persio debía venir a
visitarme. Le recibiré en compañía de Quevedo. Tomaremos un MM en el porche con
los pájaros.
Eco sonoro, silencio, como
el día que conocí a dios y se refleja
en el comienzo de las inclinaciones.
¡Hay tanto que pulir! ¡Hay tanto que leer! La avaricia dice ¡Levántate! Pero la avaricia se rompe como
la vanidad de aquellos que se creen el propio dios.
Yo te vi primero, es cierto,
la fuente de energía representa la esencia, la vida tan despacio en silencio y
soledad.
Acabo de recibir la nueva
casita para pájaros, es verde. La toco, la desnudo, dudo de su simpleza.
Intento entrar pero no entro. Lamento las distancias, las dimensiones, y hasta
la alegría.
Sally escribe a Charlie Brown.
Charlie responde a Sally. Sally con la pelirroja
Heather, la del poema. Joder con Persio y sus tratados.
La vida tan
despacio, los pasitos lentamente, acompañando la cadera con el bastón y
repitiendo el verso de Claudio como murmullo. Parra salta de pronto y ¡Artefacto! Juan Ramón sonríe. Leopardi
agacha la cabeza con humildad. Rilke abre los ojos. ¡Qué grande es la
Literatura! La auténtica Literatura, no lo que se escribe hoy día.