sábado, 26 de octubre de 2013

Los actos inconclusos




Sobre la rama de encina cuento las estrellas. No dejo que nadie se pose ni que nadie descanse. La maldad se ejercita con actos, nunca en la poesía. La razón de la palabra auténtica es una luz que baja desde el cielo. Habita en lo más hondo de la tierra, vive con Dante en el calor del mundo.

El indolente 999, que en realidad es el 9, crece con las estrellas. Suspira, deja que otros indolentes le escuchen para finalizar los actos inconclusos, y respira.

No entienden. Agarro las cuatro piedras con las manos. Las sostengo y las regalo. Pasan a otra persona. Dejo junto a ellas un papel con unas letras gruesas:

Cuídalas siempre.

Y pasan de la mano del mundo a las manos de la poesía. Como una recompensa soy feliz entregando. Cuanto poseo regalo.

El indolente 999 solo crece en la noche.