martes, 26 de noviembre de 2013

Es la disrupción




Cae el hombre y la palabra pierde el equilibrio sin purificación. El estado original del poeta se desarrolla en la naturaleza, en sus fases, en su fragancia, en la sangre que será abominación en los versos del no poeta.

Por más que respeto al prójimo he dejado de sentir vergüenza de los miembros nobles. El hombre es inocente sin conjeturas, ajeno a los juicios siniestros. La mente no está provista de inclinaciones ni de desconciertos, hay que buscarlos.

Sin compasión disfruto en el saludo, en el mito de la actitud. Ya no me corto. Agacho la cabeza por la calle y digo ¡Hola! a todo el mundo. Es la supervivencia, el sacrificio del alma individual.

Hay poetas muy dignos, aquellos que han sido capaces de crear dos poemas buenos en un libro. Es la disrupción. El resto es una esfera cómica, discordia, paralelismo.

Observo a A. Intenta agarrar una manta para cubrir el rostro de las prerrogativas. Guardo en el cajón la ira y la nostalgia, hago un juramento: el paralelismo nunca será categoría, es ensimismamiento. El yomimeconmigo que dicen los siniestros.

Por favor, no se olviden de amar. Es un ciclo del alma, el más puro. Lo dice dios desde su árbol.