La forma y la proporción de las
bellotas ayudan a reforzar la idea de bien, de armonía. Bendita geometría la de
los girasoles en su búsqueda de la luz, de la verdad, de la virtud.
A pesar que los indolentes
animan a mirar hacia arriba bajo la cabeza para divisar el suelo, a los seres
que permanecen anclados a la tierra y sin esperanza de liberación. Allí no se
observa la geometría, como una línea vertical que nunca será auténtica.
Contemplo las sombras en el
piso y recuerdo la poesía plana, aquella que no posee naturaleza y es
imitación. La no poesía se humilla con bajeza, con el exceso de una precisión errónea.
Después del incidente me
despido de todos los números que completan el origen. A cada uno otorgo un
presente. Saúl también se marcha en su presencia física, permanecerá su educada
justicia.
Me abrazo a los indolentes y
entonces miro la luz, que es lo bello y lo bueno. El sol se cubre por unas
nubes que expresan el uso correcto del lenguaje.
Si no vais a volver dejadme
la señal.
Con la educación de una formación
militar cruzan el porche hacia la puerta de salida. Ninguno mira para atrás.
Tomo el espejo e intento
reflejarme. No aparece nada. Vuelvo a hacerlo por oposición y no hay actividad
en los sentidos. Es la raza mortal que muestra su ridículo.