El auténtico estado natural es el estado de la simpleza. En el caos
radica la creación verdadera, en el caos de la mansedumbre y la armonía. El
caos de la dulzura y la humildad.
El siniestro, el no poeta,
habita en un falso caos artificial, en la dependencia absoluta, en la
deshumanización del hombre, en la política de la utilidad.
Sonríe, pero hazlo verdaderamente, sintiendo la verdad y la
coherencia, aléjate de la opinión idéntica y vive como lo hacen aquellos que
manifiestan la verdad.
Sin caos habitará el falso caos. La vida sin perspectiva.
Huye de la fama y escóndete en la austeridad, serás geométrico, serás
círculo, encontrarás el mediodía.