martes, 23 de abril de 2013

Eternidad




HAY que leer a los clásicos, a los filósofos, a la antigüedad, a las letras hispánicas. En ellos está la esencia y la existencia, la verdad, lo cierto, lo razonable y justo. Todo lo que rodea la vida en sí, su manifestación, el algoritmo.

Mi sombra es un ángel negro que no deja de seguirme. Cuando llega al pilón, a la entrada al laberinto, detiene su marcha. Es la esencia, la encina, el nido de los gorriones en la rama que soporta el viento y la lluvia.

Las nubes pasan muy deprisa. El viento de la tarde es agradable. Todo ocurre aquí y ahora, en este justo instante, aunque la alegría se convierta en desencanto.

Don Nicanor siempre dibuja tres cruces. La dualidad de Nietzsche, la controversia. Pero Parra solo hay uno y Nietzsche fue uno también. Ambos hablaran claro y en presente.

Decía Juan Ramón: La eternidad está en el presente. Quien tiene el presente, tiene la eternidad. El pasado no existe, es la falsa mentira, la desesperación.

Énfasis y pío son las palabras que repito en los últimos días. Vivimos engañados, aquello que es vida no será eterno nunca. Será pasado.