domingo, 3 de mayo de 2020

Día 49



Se escucha el mismo discurso, nos hacer leer los mismos medios, ver las mismas series y películas, leer los mismos libros. Somos receptores de idénticos mensajes que asimilamos, pensamos que dejamos de ser ignorantes. ¡Somos libres! Nos repetimos una vez y otra vez. Pero no lo somos.
Solo el silencio nos salva, nos acoge, el silencio es lo sagrado, nuestra única creencia cierta, el poder y la fuerza incalculable, la potencia que la naturaleza nos otorga. Solo el silencio nos libera. Un silencio que nunca se detiene, que no deja que lo irracional nos domine, nos controle, nos haga creer que somos libres.
El silencio debe ser nuestro discurso, nuestro único discurso.