Nos empeñamos en cambiar el
mundo, pero esos que controlan el mundo decidieron destruirnos y de paso acabar
con el mundo, y lo hicieron de manera premeditada, pero sin orden, sin
unanimidad, y en una lucha constante. La guerra de ellos, todos contra todos, ellos
contra ellos, y nos afectó, aunque estábamos al margen. Nuestro error fue
creernos frívolos, globales, nuestro mayor vicio fue permanecer al margen.
Esos que controlan el mundo nos
pisan, nos destruyen, pero hay que seguir cuerdo en esta guerra, aunque nos
haya cogido en medio. Seguimos pendientes de la actualidad, y estar pendientes de la actualidad es una acción desacertada. Es volverse loco.
Ha llegado nuestra hora. Hay que destruir
el sistema para evitar que el sistema acabe con nosotros. Hay que rechazar el
sistema. Hay que reducir a pedazos el sistema. Hay que inutilizar el sistema.
Hay que ocupar el espacio del sistema. Con bondad, con belleza, con virtud, con
arte. Hay que eliminar el sistema.
Una tendencia que ayer merecía la
pena #YoSoyDante. Así, con su simpleza y su originalidad. #YoSoyDante, aunque
algunos se lo crean.
El silencio es interferir para
defender nuestra identidad, nuestros principios. Es eliminar el sistema.