viernes, 8 de mayo de 2020

Día 55



Las estrellas iluminan los planetas. Sin estrellas no existiría la vida, ni la naturaleza. Todo nace y todo muere en la naturaleza. No hay personas estrellas, puede que existan las personas que intuyen las cuestiones fundamentales, pero solo las intuyen, nunca llegan al fondo. ¡Qué peligroso es quedarse en la superficie! Ser pasto de una estrella. Pasar a ser una burbuja que nunca explota y permanece toda su existencia siendo tan solo burbuja.
Hay que intentar vivir en conversación permanente con los difuntos. Ellos son los únicos, junto a los presocráticos, que buscan la verdad. Los herederos pueden llegar a ser transmisores, pero nunca origen. Ellos, el origen, están allí. Nosotros aquí, intentando acercarnos ahí. Los herederos de Homero y de Virgilio defienden su ilusión a las puertas de ahí. Su ilusión se convierte, por un momento, en propósito.
Las editoriales que no son editoriales literarias dicen que van a publicar en papel este año el 50% de lo previsto, que han llegado a un acuerdo con los autores para no sacarles su obra o, en su defecto, si son best seller, hacerlo meses más tarde. Toda la industria cultural tiembla. Toda la industria tiembla, la industria que no tenemos y la industria que tenemos. Morimos. Lo hacemos a golpes de diputados en el Congreso. Como una ética demostrada según las definiciones del mundo.
El arte siempre ha estado muerto, solo los grandes lo han podido salvar a lo largo de la historia. Lo sabemos y somos. Sobre la mesa tenemos que dejar la virtud. Y a pesar de todo esto siguen muriendo pájaros.
El silencio es la agonía de un pájaro que tiembla.