DESCRIPTIVO,
repito. Descriptivo. Sin enumerar opiniones ni afecciones. Descriptivo. Dejando
pasar el día y la noche, el sol y la luna, el alimento y la palabra.
La entrada al
laberinto otorga mimetismo. Descubres como miran a los ojos y el sentido de ser
por momentos el mismo y diferente.
Todo es
mentira. Desde la conversación a la música. Desde el tono de voz hasta las
conclusiones. Todo es mentira.
Hablas por
interés, escribes por interés, relacionas la huida por interés. Quiero y no
puedo. Piensa lo que desees, habrás errado. La verdad es una que tiene que
extenderse.
Nunca he estado
más cerca de la realidad, del indudable centro. Nunca he conseguido que me
comprendan, ni siquiera lo he pretendido. Nunca es nada. Y la nada como el
silencio tiene ritmo, y tono, hasta cadencia soterrada.
No hay huida
hay soledad. Necesaria soledad que nunca condiciona. La amabilidad ha dado paso
al silencio y la amistad al desconcierto.
¡De nuevo el desencanto!
Hay un poema de
Rilke que manifiesta estos hechos. Es un poema larguísimo. También tiene
Leopardi notas sobre la eficacia de ser por un momento justo y al tiempo
contemplativo. Y es que mirar, contemplar, observar a la naturaleza, es la
única vida que debemos vivir. En silencio y soledad. Siempre. Aléjate de lo
vulgar, que es la vida.