EL arte no puede ser
justificado, la poesía menos. No debemos rectificar, ni igualar, tampoco probar
con convicción ajena los actos de los otros. Es un error. No podemos defender,
si asumimos lo ajeno perderemos lo propio.
La evidencia es un
grado formado por virtudes y cambios. Está repleta de dudas, las mismas que
llevaron a los poetas a su propia desesperación. Definitivamente todo es
mentira, la duda es la comparación de lo bien hecho.
He retirado el vinilo
de Platón del centro del laberinto. Lo he llevado a casa. Allí podré escucharlo
cuando quiera y como quiera. Tomo el primer volumen de sus obras completas en
papel que trajo Ana, Platón nos desespera.
La justificación, el
error, las dudas. Atribuimos conceptos de unos a otros. La lectura es necesaria,
la lectura es evidente, pero hay que saber leer. Hay que reconocer que la
lectura nos genera más dudas. Dudas positivas. Dudas al fin y al cabo.