DICEN los
expertos que en educación se va a producir un gran cambio negativo si entra en
vigor la LOMCE. Y me pregunto si hay algo positivo en la educación actual de
este país.
La educación
nunca debió ser transferida a las autonomías, se descentralizó un conjunto de
coordenadas para uso y disfrute de ignorantes políticos a los que esta
disciplina les importa un pimiento.
En las
autonomías no hay consejeros de educación, hay animales políticos rodeados de
enchufados. Defienden a su partido y todo cuanto hacen se manifiesta en las
medallas que se cuelgan. Por ejemplo, recuerdo a un dictador que inauguraba
pantanos, los consejeros de educación inauguran colegios y centros. ¿No es lo
mismo?
Que la LOMCE
está redactada sin cabeza, desde luego. Busca el adoctrinamiento. Pero, ¿no
ocurre eso con todas las leyes educativas?
Se precisa un
pacto educativo de estado, un pacto sólido y creíble. Pero será imposible. No
interesa. Y la cuestión es ¿por qué no interesa?
Mientras uno,
el de la gaviota y el color azulón, busca desesperadamente el ajuste en el
sector público, el otro, el del capullo y el color rojo, habla pero no actúa. ¿Cómo
van a ponerse de acuerdo unos intereses contrarios? La razón es que a ambos la
educación les importa un soporífero carajo.
En resumen, que
nuestros hijos seguirán viendo pasar las leyes educativas que nunca se
implantarán por falta, no de recursos, sí de interés. ¡Qué pena de educación!